Ojuel Supurao

Considerado por el afamado crítico de vino Tim Atkin el «Mejor Vino dulce del Año» en 2020, es un vino en el que la bodega Ojuel retoma una preciosa tradición riojana, la de los «supuraos», vinos dulces en los que hay que destacar el perfecto equilibrio entre acidez y dulzor. La ancestral elaboración consiste en colgar las uvas (de las variedades tempranillo, garnacha y viura) durante el invierno en el alto de las casas. Cuando ya casi son pasas y el invierno llega a su fin, las uvas son prensadas obteniendo un mosto muy dulce, que tras una fermentación parcial en la bodega da lugar a un vino único.