En verano, diviértete con vino

Vinos, además, que valen para un roto y para un descosido, y que, como hemos comprobado en carne propia, sirven para los momentos más desenfadados e intrascendentes, y también para poner un toque especial en una comida o cena más formal.

Entre otros motivos que justifican nuestra elección, destaca el hecho de que son vinos muy combinables con un abanico amplio de posibilidades gastronómicas. Por decirlo rápido, el blanco que proponemos, Jocundaz, lo compramos directamente del Ródano y no tiene ningún problema, más bien al contrario, para encontrar acomodo con carnes blancas y guisos con salsas que se precien. No en vano, lo elabora una bodega del Ródano que nos encanta, Simian, y está hecho con un varietal, la Viognier, que figura entre nuestras preferidas en Francia.

El rosado, Naranjas Azules, de Bodegas SotoManrique, es una Garnacha de Gredos de manual. De un calor rosáceo precioso cuya intensidad anticipa un cuerpo medio y una agilidad en boca que es, sin duda, su mejor valor. Vino de verano donde los haya, y de paso, toda una demostración de que al rosado le sobran atributos, cuando se hace bien, para ir más allá del rato del aperitivo o del trago inicial en espera de algo más contundente. Pastas y arroces, carnes blancas, pescados a la sal, las opciones para el maridaje se multiplican gracias a su buena relación alcohol/acidez.
En cuanto al tinto, esta vez hemos decidido ir por él a Italia para que acompañe en nuestra oferta a España y Francia como lo que son: la sólida base de los grandes vinos de Europa. El tinto de Lisini permite acercarse a la Toscana y a la mejor uva de este territorio, la Sangiovese, con su generosa carga a la vez tánica y frutal. San Biagio va de lujo con platos cárnicos de contundencia media, y cumple más que de sobra con pescados como el rodaballo o el rape. Con él, el verano resultará todavía más divertido. ¡A disfrutarlo!