El siglo XIX estaba próximo a su fin cuando un miembro de la familia Roguet, de nombre Louis, ya era propietario de un viñedo en la Champaña. Fue, sin embargo, el hijo de éste, Lucien Roguet, quien daría un salto importante en este domaine familiar. Lucien aprendió en los viñedos de su padre y no dudó en adquirir otras parcelas para crear su propia marca. Ver más
La llegada de la Segunda Guerra Mundial supuso un fuerte golpe para los Roguet, que se vieron obligados a abandonar la región y se instalaron a partir de entonces en Toulouse. Lucien, por ejemplo, ya no regresaría a Champagne. En cambio, su hijo pequeño, Pol, volvería para rehacer la bodega de la familia. Compra viñedo en la Montaña de Reims, uno de los centros vitícolas más prestigiosos del territorio, apostando de manera clara por Mailly, pueblo que había obtenido para sus viñedos la máxima calificación según el sistema cualitativo piramidal de la Champaña: la distinción GRAND CRU.
Esto explica que las elaboraciones de Lucien Roguet (nombre definitivo de la casa) lleven en su etiqueta el GRAND CRU que exhiben con orgullo, lo que significa que todas las uvas que utilizan para sus espumosos proceden de un pueblo GRAND CRU, en este caso Mailly (Montaña de Reims). Los champañas de Mailly destacan por su carnosidad, su redondez y su elegancia, atributos basados en la buena maduración de las uvas, sobre todo la Pinot Noir, aunque también la Meunier y la Chardonnay alcanzan un nivel de calidad indudable. Se nota en la definición de los champañas de Roguet, entre los que destacan el Nº 1, combinación de las tres uvas en perfecta sintonía, el champán de añada (cremoso, amplio, fresco) o el Rosé, que se cría durante un mínimo de quince meses.
La familia cuenta hoy con 7 hectáreas en propiedad, con las que elaboran entre 45.000 y 50.000 botellas al año.