En un territorio con tanta historia vitivinícola como la Alsacia, esa parte de Francia donde casi todo parece alemán, Domaine Marcel Deiss no puede presumir de antigüedad. Ver más
Nacida en 1947, la bodega de la familia Deiss puede, en cambio, estar orgullosa de ser una de las más dinámicas, así como de encontrarse en el corazón vitivinícola alsaciano (o, al menos, en uno de ellos). Hablamos del pueblo de Ribeauvillé y dentro de éste, Bergheim, donde el desarrollo de la viticultura data de hace mucho tiempo.
Además, la familia Deiss fue una de las que se atrevió, por convicción y no por moda, a aplicar criterios biodinámicos en su viñedo, haciendo de éste la principal base de toda la estructura de su oferta vinícola. En efecto, en Domaine Marcel Deiss la palabra que tiene más sentido, y la que mejor explica las acciones en viñedo y bodega es, como cabía esperar, la palabra terroir.
A partir de un riguroso estudio de suelos, llevado a cabo por Mathiew Deiss y su padre, Jean-Michel, la parcelación del viñedo obedece al propósito de exprimir las características distintivas de cada parcela. Aquí, el varietal es secundario, y se concibe como un vehículo de los atributos del suelo y del subsuelo.
Esta concepción radicalmente borgoñona se pone de relieve con el nombre del pago bien visible en la etiqueta. Y más aún, con una clasificación no oficial de los vinos (es decir, hecha a criterios estrictamente personales, criterios «Deiss», por tanto), de manera que la oferta de la casa se divide ¡entre primeros crus y grand crus, aparte de villages! En nuestra colección, distintas añadas del blanco Engelgarten permiten ver el estilo de Riesling que les gusta a los Deiss (profundo, largo, con energía gracias a una maduración de los racimos perfecta), rasgos que también están presentes en el Riesling genérico, en el Gewurztraminer y en un pago importante como Schoffweg.