Corría la década de los sesenta del siglo pasado cuando Renato Ratti decidió instalarse definitivamente en tierras del Piamonte italiano, y más concretamente en el prestigioso viñedo de Barolo. Como él mismo se encargó de repetir muchas veces, Ratti no procedía del sector vinícola, carecía de tradición familiar, lo que en cierto modo lo ayudó a emprender innovaciones que serían determinantes en el futuro de la región.Ver más
Partiendo de su conocimiento de Borgoña y Burdeos, y de su pasión por el paisaje y la cultura del Piamonte, Ratti apostó desde 1965 por la elaboración de vinos de parcelas concretas, de viñedos únicos cuya particularidad se ponía de manifiesto gracias a que no se mezclaban con otras viñas. Es el caso de su famoso tinto del «cru» Marcenasco, elaborado con viñas de una pequeña parcela de este histórico lugar del mapa de Barolo, nada más y nada menos que en la parte baja de la Abadía del pueblo de La Morra.
La identificación de Ratti con el pueblo de La Morra iba a ser a partir de entonces clave en la evolución de la Cantina. A la adquisición de la parcela de Marcenasco, se sumarían otros viñedos importantes como Conca y Rocche siguiendo con la voluntad renovadora y dejando un legado que se concreta con la célebre Carta de las subzonas históricas de Barolo y Barbaresco.
Hoy la Cantina, en manos de los herederos de Renato, es una especie de compendio esencial del vino piamontés, con alrededor de 50 hectáreas que tienen en La Morra su sede principal, pero que se extienden por Costigliole d´Asti, Dogliani y Mango. De ahí salen vinos que se han merecido el apelativo de icónicos, expresiones varietales y de suelo y clima ideales si de lo que se trata es de disfrutar aprendiendo. Pocos tintos de Nebbiolo, de Barbera d´Alba o de Dolcetto son tan fieles a la autenticidad de estas uvas y del territorio en el que se encuentran. Razón de más para ofrecerlos, con muchísimo gusto, en Enoteca Barolo.